(10 de mayo de 2004)
Contentos con nuestro encuentro con María Alicia Cabezas, decidimos con Oscar entrevistar a Vivian Galleguillos, cuya extraordinaria recuperación, después de un grave accidente automovilístico, había dado el impulso definitivo a la canonización del padre Hurtado.
Conseguimos entrevistar a la joven y a su madre en su departamento en Santiago. En una hermosa velada de alrededor de tres horas Vivian, muy emocionada, nos relató todos los pormenores del milagro. Mientras oía la narración mi alma se maravillaba de constatar cuanto nos ama Nuestro Padre. Me había dado cuenta que la gracia había sido concedida al papá de Vivian, pues Dios lo había escuchado cuando ofreció su propia vida a cambio de que su hija lograra sobrevivir... Al salir del departamento estábamos tan entusiasmados que nos propusimos perseverar en la búsqueda de nuevos testimonios de santidad.
Estuve alrededor de una semana trabajando con la grabación y las fotografías de la entrevista. Recuerdo que pensé que podría terminar la página el día 10 de mayo para presentarla inmediatamente en el sitio web de Fecunda.
Ese día regresaba en taxi colectivo a mi hogar y ya estaba oscureciendo, pero mi mente tenía solo una idea: Concluir la página y subirla a internet esa misma noche. Estaba ansiosa por hacerlo. Sin embargo, a sólo cuadras de la casa, reparé que un gran apagón de luz afectaba a todo el sector. Al bajarme del vehículo pude divisar que dos cuadrillas de la compañía de electricidad trabajaban en el alumbrado público que estaba frente a la casa .
Mientras abría la puerta del jardín se acercaron tres de mis vecinas portando velas y linternas. Me contaron que la compañía había avisado que la situación era complicada y que no tendríamos luz hasta el mediodía siguiente. Era evidente que esa noche no podría trabajar en mi computador y menos aún conseguiría publicar la entrevista en internet. No tenía más alternativa que resignarme y terminar el trabajo al día siguiente.
Entonces una de mis vecinas en broma me dice: "entra a tu casa y ve si es que tienes luz". Inocentemente (porque era imposible que mi casa tuviera luz, pues en seis manzanas a la redonda ninguna la tenía) me dirigí por el pasillo, logré abrir la puerta y encendí todos los interruptores que hay en la entrada. Sorprendida vi como las luces se encendieron sin ninguna dificultad. Muy contenta corrí hasta la puerta de calle para avisar a mis vecinas, pero al llegar hasta ellas quedé de una pieza. Todos, vecinas y trabajadores, me miraban estupefactos en medio de un silencio sepulcral. En la calle, la iluminación de dos potentes lámparas portátiles dejaban ver los rostros desencajados mientras se oía claramente el comentario impresionado de uno de los hombres: "Gu...n, ¿cómo lo hace?. Si el transformador está caído! ¡Es imposible lo que estamos viendo, ella tiene luz!"...
Mirando a mis vecinas los trabajadores apuntaron al transformador que estaba en el suelo apoyado en el poste frente a mi domicilio. Atónita recordé que se trataba del transformador general del sector, que alimenta varias cuadras y que ahora estaba conectado a nada. Y más sorprendida quedé al observar que mi casa era la única iluminada en todas esas cuadras. Mis vecinas corrieron a encerrarse en sus casas mientras los hombres guardaron presurosamente sus lámparas y herramientas para subir, a como diera lugar, en los furgones y huir despavoridos del lugar. Con el tiempo he pensado que quizás creyeron que algo maléfico estaba sucediendo allí...
Reconozco que entré muy descolocada a la casa, pues no sabía que pensar. Esto era inaudito para todos... Pasada la primera impresión y analizando lo sucedido pude percatarme que este había sido otro regalito celestial. Dios que todo lo sabe sin que debamos decírselo, conoce mi corazón. Sabía cuanto ansiaba terminar la página esa misma noche para divulgar la hermosa entrevista y también sabía que necesitaba de luz eléctrica para hacerlo. Pero a falta de luz terrenal Nuestro Padre no tuvo ningún reparo en hacer llegar hasta mi casa un poquito de su propia luz divina. Esa noche pude concluir de la página y publicarla en la red cerca las dos de la madrugada. Mientras trabajaba con entusiasmo frente al computador, una paz sublime invadió mi corazón. Pude sentir perfectamente en mi alma el Amor de Dios y la espontánea sonrisa del padre Hurtado.
El suministro de luz llegó al sector sólo al mediodía siguiente, mi casa definitivamente fue la única que contó con luz desde la noche anterior, siendo que el alumbrado público estaba dañado para toda el área. Mis vecinas nunca habían querido referirse al hecho, solo ahora después de enterarse de otras pequeñas gracias. Esa vez Imaginé que alguno de los testigos habría buscado alguna explicación lógica para todo esto. Sin embargo, sentía que mi teoría entraba sólo en la lógica de Dios y su lógica suele ser opuesta a la de los hombres: Simplemente Dios había intervenido para ayudarme a publicar la entrevista esa misma noche pues tenía la urgencia de decirnos, mediante el relato, que si un padre fue capaz de ofrecer la vida por su hija, DIOS PADRE, QUE ES EL AMOR MISMO, cuanto más podría hacer por nosotros en su infinita Misericordia...
... y que sólo la luz divina es infalible...
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